viernes, 25 de marzo de 2011

¿Quienes son los malos?

“A mi me cuesta mucho trabajo entender ¿Cómo o en qué momento se nos olvidó a los mexicanos, quienes son los malos en esta película?” se pregunta Gabriel Guerra, analista de Televisa que aparece regularmente con Loret de Mola en su noticiero matutino, en uno de los spots propagandísticos de Iniciativa México en su segunda edición, a propósito del ‘Acuerdo para la Cobertura Informativa de la Violencia’.



“¿Quiénes son los malos?” Pregunta que me hace pensar, parafraseando al Sr. Gabriel “¿Cuándo olvidamos los mexicanos que los 'malos' también son mexicanos?”
Esa visión reducida y polarizada, casi casi caricaturizada al estilo de las viejas historietas de vaqueros, o los cuentos de Disney donde “los malos son muy malos” y los “buenos siempre buenos”, solo contribuye a desinformar –y eventualmente a desatender- una componente clave respecto de la lacerante problemática de violencia e inseguridad que vive nuestro país: la social.
Declaraciones del Gobierno Federal y los cuerpos policiales y de justicia al estilo de “los que se están matando son los criminales entre ellos”, “el problema son las disputas por las plazas”, “el crimen organizado no tiene por objetivo la población civil” o algunas célebres paradojas como las del siempre elegante y guapetón Gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto que osadamente aseguró en el Estado de México no hay Crimen Organizado, solo narcomenudeo, para luego “admitir" que en la entidad que gobierna si hay organizaciones criminales, -¡dahhh!-, no solo hacen las veces de pobres escusas para la patética actuación de las autoridades, sino lo que es peor, llevan la intención de desviar la opinión pública de una triste realidad: la “guerra –no declarada- contra el crimen se está perdiendo y afecta, si, a la población civil.
¿Y cómo no? Si la política del Gobierno y los poderes fácticos, ya clara desde la incongruencia misma entre esas declaraciones y la realidad y que alcanza la cúspide del descaro en el reciente “Acuerdo Para La Cobertura Informativa De La Violencia” dejan claro que la única guerra que a estos actores importa, es la mediática y junto con esta, la electorera.
Preocupa en sobremanera a un servidor, el escuchar de aquellos que impulsan esta “iniciativa en pos de medios comprometidos con la sociedad” el escuchar frases como “no exagerar las notas”, “moderar los contenidos”, “no dar voz a los criminales” “unificar criterios editoriales” que a todas luces, resultan no solo en tremenda ambigüedad, sino en una evidente contradicción para la definición de ‘libertad de expresión’, e incluso, de ‘Derechos humanos’ o… ¿acaso los criminales no son humanos? ¿No debieran tener voz?
Evidentemente, no se trata de hacer las veces de heraldos de las mafias; pero eso, no es cuestión de “acuerdos” toda vez que en un trabajo editorial de calidad, va implícito el que las notas han de ser objetivas, ajustándose a los hechos, SIN MATICES AD HOC, SIN CENSURAS, privando lo que SI DEBIERA SER el interés de aquellos que se dedican al periodismo: el informar de forma verás y oportuna lo que sucede, en un compromiso social, no político o económico.
Entonces… “¿Quiénes son los malos?” ¡Los malos son ustedes mi estimado Gabriel! Los que se prestan a intereses mezquinos olvidando el ‘¿para qué?’ de su profesión o que bien, renuncian a otra libertad importante, la de decisión, la de optar por la ética y la  moral.
Esta caricatura en que se ha convertido nuestro México, dista de ser una de vaqueros, o de gallardos príncipes salvando a la damisela en peligro. En México los malos están en los cárteles, en las policías, en las pantallas de televisión, en los órdenes de gobierno…
Son nuestros empresarios, policías, jueces, magistrados, comunicadores, políticos, gobernantes y ultimadamente nosotros, porque aquellos que hoy delinquen no son monstruos abominables ni alienígenas que llegaron a invadirnos; no son demonios que salieron del averno para comer nuestras carnes. Son humanos, ¡SON MEXICANOS! Criminales sí, que cometen actos denigrantes y condenables, pero producto de una sociedad, de instituciones y de un Gobierno fallidos, Gobierno y poderes que olvidaron su compromiso para con nosotros, destinando todo sus esfuerzos a acumular más poder y dinero del que ya desde siempre tienen.
Y después de haberme leído, se preguntarán queridos amigos: “¿Y? “Nada nuevo que las cosas estén jodidas” “¿Qué hay que hacer?”
Lo primero es tomar consciencia, pues de cierto, las grandes televisoras tienen gran poder en la opinión pública. Consultemos, critiquemos, alcemos la voz. Las redes sociales nos dan hoy un medio por el cual podemos contribuir a que México cobre cada vez mayor consciencia. No dejemos más que se diluya la responsabilidad del Gobierno y sociedad tras la pantalla de la simulación.
Unirnos. La exclusión, la separación total de un sistema que bueno o malo, simplemente ES, no solo es poco viable sino poco provechosa. Construyamos desde dentro, tratando en la medida de nuestras posibilidades de lograr un cambio.
¡Cambiemos nosotros! Velemos por la educación de nuestros hijos, no solo en lo académico, sino en lo moral; retomemos los valores que hemos abandonado, para que entonces palabras como “mochada”, “mordida”, “fraude” sean cosas ajenas a nosotros.
Dentro de todo este caos, hay un poder que sigue siendo nuestro, el de ser mejores en nuestra persona, si así lo decidimos, y el de hacer lo posible por participar de una sociedad mejor. De ahí, eventualmente vendrá el cambio, porque de nosotros sale todo lo bueno y todo lo malo que tiene este país.
Un abrazo
PD: en un segundo artículo, los invito a que analicemos con mayor detalle este “gran acuerdo” impulsado por las televisoras

martes, 22 de marzo de 2011

ENSUEÑO

AUTOR MARSHE OH.

Y me encuentro aquí, en este sitio,
donde no hay cuerpo, solo alma.
Donde escucho el tiempo, y vuelo con alas.

Alas que no conocía,
alas que solo el tiempo me regala.
Alas que quise un día,
alas que no me daban.

Tanto las pedí,
tanto las pelie;
que al ver este tiempo y esta suerte, las estrellas,
"me parecen más cercanas".

Viviendo en un sueño: donde los cariños nunca acaban,
presiento la eternidad del mañana.
Mañana que siempre resulta incierto;
Manana que nunca acaba;
Mañana que me das cariño;
Mañana que simplemente cuando quiere acaba.

Hoy me das estrellas, las acomodo entusiasmada.
Acomodando el mundo,
acomodando el camino,
que me lleva y me levanta.

Lugar acogedor (en donde mis almas amigas encuentro).

Hoy estoy de nuevo aquí, ilusionándome,
y porque tú me has devuelto,
de esa vida actual,
a esta sala donde sueño y me alimento.

Alimento que me causa satisfacción.
Alegrándome el día, que gracias a dios !es cierto!.

domingo, 6 de marzo de 2011

Invitación a la: Historia de la Filosofía

"La historia de la Filosofía, está en relación mucho más estrecha con la Filosofía, que la historia de la Ciencia con la Ciencia misma.
Es posible en efecto, llegar a ser un buen científico, sin tener muchos conocimientos sobre la historia de la Ciencia. En cambio, nadie avanzará muy lejos en su reflexiones filosóficas, si antes no ha estudiado la historia de la Filosofía." (Gilson - La unidad de la experiencia filosófica)

Más aún, el estudio de la historia de la Filosofía, no ha de entenderse, como hacen algunos, como un estudio meramente mecánico y ausente de todo espíritu crítico. En el cual la persona que lo realiza, se torna, a uno u otro lado de las opiniones. Ya a este, ya aquel, perdiendo de esta manera, su propia identidad intelectual y criterio, para tomar el lugar del pensador que está leyendo. O, para expresarlo de una manera clara y elocuente, me permitiré dar a conocer la opinión, al mismo tiempo que aprovecharé para recomendar amplia y agradablemente, la lectura de este magnífico pensador del siglo XIX. El Cardenal Zeferino González:

"Cierto es, que el historiador de la Filosofía debe poner exquisito cuidado, en no dejarse llevar de sus aficiones y convicciones personales al juzgar y criticar las doctrinas de los filósofos; cierto que debe ante todo, exponer con fidelidad y exactitud, las opiniones y sistemas que suceden en el campo de la Filosofía; pero de aquí no se infiere que deba carecer de sistema propio. Para exponer con imparcialidad y verdad las opiniones de los otros, no se necesita ser escéptico o carecer de convicciones en la materia. Y es absurdo, afirmar o suponer, que el mejor historiador de la Filosofía sería aquel que careciese de sistema propio y de convicciones fijas en materia de Filosofía. Como sería absurdo pretender que el mejor historiador del Derecho, sería un hombre que no profesara opinión alguna determinada y fuera completamente escéptico en la materia. Por punto general, en esta materia, como en tantas otras, los que hacen más alarde de libertad de juicio, de amplitud de miras y de imparcialidad, son los que en la práctica, las observan menos y los que más se apresuran a juzgar de las doctrinas y sistemas filosóficos, no solamente con sujeción a su criterio personal, sino con sujeción a sus apasionamientos racionalistas y anticristianos."

Si esta es la opinión, respecto de el historiador, cuanto más ha de aplicarse, para quienes se deciden navegar en el estudio de las ideas.
Leer sin cuestionar, sería casi como no leer nada.
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Hola a todos.
Como ya se lo he hecho saber a "Marquillos" anteriormente, es de mi interés el hacerles una invitación. A adentrarnos un poco en el estudio, y crítica, de las obras de los grandes filósofos, partiendo evidentemente desde los colosos griegos.
Esto con un doble objetivo:
1. El conocer, en caso de quienes ignorasen las obras de dichos pensadores. Y así de esta manera, poder nutrirse y ampliar su criterio respecto a los distintos temas que ellos tocaron ya hace tiempo, y que sin embargo no han perdido vigencia.
2. El reforzar su conocimiento, para los que ya los han leído, a la vez de intentar profundizar un poco más y mejor en ellos, aplicándole un sentido mas formal y comprometido, que es el que le otorgaría el debate que se abriría posteriormente en este mismo blog, una vez leída una determinada obra.

La dinámica a seguir sería la siguiente:
  1. Acordar la lectura de una obra determinada, y establecer un lapso de tiempo para su lectura, el cual tenderá a variar, dependiendo del espesor de la obra, así como la disponibilidad de los usuarios.
  2. Después de leída la obra, cada usuario proseguirá a exponer de una manera "libre", en cuanto a lo estructural (es decir, que lo exponga, ya sea de una manera detallada o sintetizada, cualquiera que sea su preferencia), su opinión-crítica respecto de la obra.
    A la vez que lo expone, nos hace saber con ello, que ya ha leído la obra. De tal manera que no será necesario aclararlo, bastará con colgar la opinión-crítica al respecto de la obra para poder proseguir.

    Si bien, estará en libertad en cuanto a desarrollar su opinión, o reducirla a unas cuantas palabras, si se le pedirá que intente en la medida de sus posibilidades, el dar a conocer los puntos que el consideró de interés e importancia. Así, como aquellos en los cuales discrepa, dando razones por las cuales discrepa, y en cuales está de acuerdo.

    No se avanzará, al siguiente punto, sino hasta que todos los usuarios que previamente hayan aceptado incorporarse, hayan colgado sus opiniones. O en su caso, que los usuarios faltantes, notifiquen que no están en disposición en esos momentos, para poder participar, y nos den permiso para poder proseguir. Incorporándose ellos, en las posteriores participaciones.
  3. Pasando este punto el siguiente sería ya propiamente el debate. El cual se abrirá, dejando una, o varias preguntas a los demás usuarios. Cuestionamientos que tengan, obviamente, relación con la temática de la obra. Y no necesariamente con toda la obra, o con la temática principal, pero si, que de alguna manera este relacionada.
  4. Acordar la lectura de la siguiente obra.

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Estos serían por el momento, lo puntos que he considerado. Los dejo a su juicio. Es claro que no tienen que ser forzosamente así. Si existe algún tipo de objeciones u opiniones, son bienvenidas.

Había considerado el poner otros puntos, pero pienso que sería caer en redundancias.

Pensé en poner antes de el segundo punto, uno que consistiera en que cada usuario hiciese un resumen de la obra, sin ningún espíritu crítico. Es decir, simplemente que resumiera la obra leída, Resaltando los puntos importantes, pero sin criticarlos.

Esto con el objetivo, de formarnos de una manera mas clara y duradera, lo que es el contenido y temática de la obra. Ya que sucede muchas veces (al menos a mi sí, y a otras personas que conozco), que uno lee un libro, lo encuentra agradable, pero sucede que después de un tiempo, en alguna charla o cosa parecida desea hacer la recomendación del mismo, y se da cuenta de que no es capaz sino solo medianamente (y a veces ni eso) de explicar bien la temática de la obra, ni el "porque" detallado, que hizo que determinada obra le llamara la atención.

Pero pienso que esto sería un tanto redundante, ya que aplicando bien el punto 2, tendríamos este. Ya que uno no puede expresar bien su opinión respecto a algo, a menos que tenga una visión clara de aquello de lo que quiere opinar. Por tanto se encontrará que al tratar de opinar y criticar la obra, si no recuerda, no podrá criticar, por tanto tendrá que releer la parte sobre la cual desea dar su opinión.

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Había pensado también, en como penúltimo punto, un apartado en donde intentáramos llevar dichas ideas al mundo de hoy. Es decir, el que consideráramos u opináramos, que tan vigentes están las ideas de dichos pensadores, y que tan valiosas son hoy en día. Pero esto igualmente sería redundante, me parece, ya que esto bien podría establecerse y dar pie en el debate. Alguien podría cuestionar sobre ellos de una manera más exacta y precisa.

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Bueno, básicamente, esto sería todo. Espero su aprobación, y notifiquen su disponibilidad e interés.

Sería importante acordar antes, que no empezaríamos hasta no contar con el apoyo de algunos usuarios (por lo menos, pero ojalá no solo, de los que participábamos en Yahoo Respuestas).

Aquí esencialmente el objetivo es aprender, ya que si hay que ser sinceros, especialistas no somos, por tanto tenemos que aprender de los que si son (y fueron).

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Aprovechando, quería dejarlos con una última reflexión al respecto, del cardenal Zeferino González. Del cual, vuelvo a reiterar mi invitación a su lectura.

Me parece un pensador formidable. Mezcla de sabiduría, elocuencia y sencillez intelectual. Aunado a una gran capacidad deductiva y lógica, producto de su gran conocimiento del saber filosófico, de las ideas afines, como de las que le eran contrarias. Con un potente sentido común. Un pensador que va "directo al grano". Que no pierde el tiempo en divagaciones y razonamientos abstractos, sino que parte de la evidencia, y no solo de la especulación injustificada. Que no pierde la noción de lo obvio, como decía Aristóteles.
E igualmente, como no podía ser de otra manera, un excelente tomista.

Un pensador sin embargo, lamentable y sorprendentemente olvidado (parcialmente). Sino por completo, si infravalorado de alguna manera.

Que esto suceda así por parte de los "herejes racionalistas", es algo absolutamente comprensible. Pero no así, de parte de los intelectuales y pensadores católicos del siglo XX.

Si bien, quizá pueda ser yo, quien ignore que esto no es en realidad así, y el cardenal González si es conocido y valorado por todos los pensadores cristianos. Pienso que, a juzgar por los demás pensadores cristianos que oigo citar constantemente, algunos de los cuales son igualmente considerados "rezagados" por ciertos pensadores de élite, prueba de alguna manera que no estoy tan equivocado.

Bueno, dicho esto, he aquí la opinión del Cardenal González, al respecto del estudio de la historia de la Filosofía:

"Por otra parte, con el estudio de la historia de la Filosofía, el espíritu adquiere insensiblemente, cierta independencia y superioridad para juzgar y criticar las doctrinas; se pone en estado de conocer y aplicar las reglas mas convenientes para la investigación científica de la verdad; descubre nuevos caminos y direcciones posibles en el desenvolvimiento de la razón y de la ciencia, ensanchando los horizontes de esta. A esto se añade que auxiliar muy eficaz y poderoso para marchar con relativa seguridad por los caminos de la verdad y de la ciencia, y para reconocer las aberraciones de la razón humana, sus causas y efectos, conocimiento que es resultado natural y lógico del estudio de la historia de la Filosofía.

Y este estudio contribuye también, y no poco, a desterrar las preocupaciones o prejuicios; a imprimir en el espíritu elevación y miras, y a comunicarle cierta modestia y sobriedad de juicio, muy en armonía con las prescripciones del Catolicismo, y muy en armonía también, con la dignidad del hombre y de la ciencia.

Empero, téngase presente, y no se olvide nunca, que la modesta sobriedad de juicio que prepara e inspira el estudio recto de la historia de la Filosofía, no debe confundirse con la mentida sobriedad del eclecticismo, que envuelve la negación de la verdad real y absoluta, ni mucho menos con esa indiferencia de que algunos alardean, que concede iguales derechos a la verdad y el error, al bien y al mal, indiferencia absurda e inmoral, que coincide y se identifica con el escepticismo absoluto." (Cardenal Zeferino González - Historia de la Filosofía)

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Bueno, pues por último un gran abrazo a todos.

Espero consideren mi propuesta. Notifíquenme su aprobación, interés y disponibilidad, para entonces poder empezar a afinar detalles.
Ya que yo tengo ya, por lo menos, los pensadores y obras con los que me gustaría empezar.

miércoles, 2 de marzo de 2011

IMPAR

Aut. Marshe Oh.


Caminando caminando voy por el sendero de la vida.

Tropezando, tropezando estoy, en busca de mil salidas.

Mil historias he pasado,
algunas he contado,
otras sólo enterrado,
en ese sentir viejo,
pero aún latente.

Todas me han dejado mil estrellas,
y sueños por contar,
pero nunca, nunca así,
sin ganas de volver a suspirar.

Suspirando por un mundo bello,
que solo vive en mis sueños;
sueños que me despiertan mil sensaciones.

Exhalo y descanso,
en un silencio,
en donde no hay más:
que el sosiego al anhelo;
y un adormecimiento pleno,
que me brinda al destierro.

y me estanco ahí,
preguntándole a la vida,
¿porqué me deja sin fuerzas ni salidas?,
a una soledad triunfante,
Si aun soy joven y anhelante.

preguntándome estoy,
¿Porque se pierden mis sueños?,
y se vuelven sólo anhelos;
¿Porqué nunca llegaron a ser bellos?

Buscando abrigo y sosiego,
Sólo pido un amor compañero;
Ese que lleve al destierro,
a ese corazón aventurero;
que me da, sólo una paz limitada,
y sí, mucha soledad exhasperada.

Sus ojos no me mienten,
su corazón también está latente;
Ese que es fino y bello,
pero que aun, aun, no siente.
Es por demás, creo que seguire siendo impar.

¡ESTAS AQUI!

Mi vida sin amor fue cruel agonia.
Forma de vivir, sólo en fantasía.
Tanto te anhele, que no lo creo todabía.
Hoy estás aqui, viviéndome ¡oh alma mía!.

No sé que decir, inmutado estoy.
Sintiendo sólo aqui,
algo extraño dentro de mi.

Siempre espere, llegarás como está noche.
Sintiéndote llegar, con tal cual abrazo,
me lleno de emoción e ilusión.

Suspirándote, me aferro más y más a ti,
no dejándote partir.
Pidiendo se quede intacto el tiempo,
sin poder desistir.

Tu cuerpo y tus brazos son mi descanso,
mi alma se siente en paz,
porque estás ahí,
viviéndo junto a mí.

Hoy disfruto este momento,
del que hoy eres parte.
La vida me cambio,
y me hizo dudarte.

No creí nunca más,
volver a encontrarte.

Hoy estás aquí,
devolviéndome esa ilusión:
de hacerme sentir.

Gracias te doy,
por no dejarme aquí.
y estar conmigo,
lejos de ése, ya pasado,
pero cruel destino.

Aut. Marshe oh